Muniboletin
10/03/18
El Día
Anticipan un debate “picante†por los cambios en el reparto de fondos para los municipios

Por MARIANO PEREZ DE EULATE
 

La discusión es histórica. Y se ha vuelto tema de conversación en el mundo político provincial a raíz de la decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal de habilitar el debate sobre el criterio con el que se reparten los fondos coparticipables, que el gobierno le envía a los 135 municipios bonaerenses.

Es un tema sensible, como cada vez que se habla de dinero. Se sabe, de antemano, que habrá intendentes contentos y otros enojados. Por cierto, entre unos y otros se contarán tanto opositores como oficialistas.

EL DIA adelantó ayer que en el ministerio de Economía se prepara un proyecto de ley para modificar el régimen de coparticipación a las comunas buscando corregir -aunque sea en parte- las desigualdades sociales y económicas en el basto territorio provincial.

Un punto clave es la modificación del coeficiente que se utiliza para establecer el reparto de una buena aparte de los fondos, denominado Coeficiente Único de Distribución (CUD). Ese ítem se compone de diversos elementos que tienden a definir un criterio muy desigual a la hora de contabilizar la cantidad de dinero que recibe cada municipio al año, en base al número de habitantes que tiene.

Un primer resultado es que todo el interior provincial, con poca densidad poblacional, percibe mucho más dinero por habitante en concepto de coparticipación secundaria (no incluye los grandes impuestos) que los distritos del Conurbano, donde se agolpan millones de personas en poco espacio territorial y existen carencias de todo tipo.

Uno de los componentes más fuertes que forman el CUD –un 37% del mismo- es un criterio basado en datos del sistema de salud local que depende de cada municipio. Como cantidad de camas, complejidad de internaciones, total de consultas, pacientes por día, etc. A mayor complejidad del sistema sanitario local, mayor dinero recibe de la Provincia esa municipalidad. El detalle, y este es un punto especialmente remarcado por las fuentes oficiales, para el gobierno provincial se trata de datos difíciles de comprobar ya que son informados por los propios intendentes, sin intervención de ningún organismo provincial que audite.

La sospecha, que nunca se dirá en público, es que muchos intendentes tienden a inflar las prestaciones locales de salud para recibir más coparticipación secundaria.

Esta es una de las cuestiones que se quiere cambiar para introducir otros criterios, que aún no trascendieron. Una posibilidad es insertar variables que reflejen la realidad social y sanitaria de cada distrito; darle más ponderación a la densidad población, por ejemplo. Es parte de las negociaciones que, invariablemente, el equipo de Vidal deberá mantener con los intendentes de la Provincia.

 

RUIDO

 

En ese sentido, trascendió que incluso dentro de Cambiemos el tema ocasiona mucho ruido. Fuentes confiables confirmaron que intendentes del oficialismo que gobiernan en el Conurbano, como Diego Valenzuela de Tres de Febrero o Néstor Grindetti de Lanús (ambos economistas), han hablado con el ministro de Economía, Hernán Lacunza, sobre esta cuestión. Manejan distritos muy poblados y con muchas carencias y reciben, en la cuenta global, poca cantidad de dinero por habitante comparado con sus colegas de las zonas más rurales. Lo mismo le pasa a los alcaldes peronistas, que son más en el GBA.

Algunos ejemplos, en base a datos del Censo 2010 y los fondos que la Provincia envío el año pasado:

-Tres de Febrero, con 340.071 habitantes y 7901 habitante por kilómetro cuadrado, recibió 2250 pesos por año por habitante. Tordillo, con 1742 habitantes y 1,36 poblador por kilómetro cuadro recibió 26.704 pesos.

-Lomas de Zamora, con 616.279 habitantes y una densidad de población de 7059,32 habitantes por kilómetro cuadrado recibió 2850 pesos por habitante durante 2017. Mientras que Pila, una ciudad de 3640 habitantes con una densidad de 1,05 habitante por kilómetro cuadrado, obtuvo 31.898 pesos.

Un paneo por la provincia arroja que los distritos que menos coparticipación por habitante reciben tienen las peores condiciones sociales.

No será sencilla para Vidal la tarea de buscar consensos. Es que el interior provincial es un gran mapa pintado casi íntegramente de amarillo. Esto es: una mayoría de alcaldes es de Cambiemos y especialmente hay muchos radicales que no quieren saber nada con que les recorten los fondos ni les toquen el CUD, para ellos un aliado económico.

Esgrimen a su favor el argumento de que sus distritos tienen enormes extensiones, lo que encarece la provisión de los servicios básicos como la salud. Números: mientras General Lamadrid tiene una superficie de 4811 kilómetros cuadrados, Lanús ocupa 48,35 kilómetros cuadrados.

Lo dicho: Vidal tendría la intención de avanzar con este debate entre los alcaldes bonaerenses y se adivina picante. La intención sería concluir el proyecto este mismo año para que lo trate la Legislatura. Se presume que será más fácil sin elecciones de por medio.