Muniboletin
16/05/14
Bastión Digital
Articular para el desarrollo local

La articulación intersectorial no se produce espontáneamente. Es necesario que los gobiernos municipales generen espacios y coordinen estrategias para promover la participación de los diversos actores sociales que interactúan en la arena local. Hay tres ejemplos de construcción exitosa de espacios de articulación intersectorial en el ámbito municipal.

 

La cercanía de los gobiernos locales con los ciudadanos brinda la oportunidad de disponer de herramientas específicas para promover el intercambio y generar una mayor participación en la cosa pública. Sin embargo, la cercanía no es suficiente para impulsar sinergias intersectoriales que promuevan el desarrollo local.

Los gobiernos locales tienen un papel central, pero muchas veces insuficiente, en la promoción del desarrollo. Por eso, es clave que tanto el Estado como el resto de los actores presentes en un municipio asuman nuevos roles.

Así, es necesario que los gobiernos municipales repiensen las maneras de gestionar lo público, generen espacios y coordinen estrategias para promover la participación de los diversos actores sociales que interactúan en la arena local. Concebir ámbitos para la articulación intersectorial es prioritario para los gobiernos locales, y la inclusión de actores tales como organizaciones de la sociedad civil, empresas presentes en el territorio, instituciones educativas de distintos niveles, instituciones de educación no formal, organizaciones barriales y de vecinos, entre otros, debe contemplar sus múltiples facetas: como usuarios de servicios, socios claves para diseñar, de manera participativa, e implementar políticas públicas locales, proveedores de productos o inversores.

La articulación intersectorial no se produce espontáneamente a partir de la combinación de una serie de atributos o ingredientes básicos dispuestos en un territorio. Por el contrario, es un proceso complejo en el interactúan diversos intereses, relaciones de poder, estrategias, incentivos y capacidades endógenas, entre otros factores.

Sin embargo, existen algunas condiciones para facilitar procesos de articulación intersectorial para el desarrollo local. El involucramiento del gobierno municipal, la definición de objetivos claros y específicos que permitan crear comunidad y una visión compartida, y la construcción de diálogo son factores clave en la articulación.

En primera instancia, y aunque no es condición necesaria que sea el impulsor de la iniciativa, es esencial el involucramiento del gobierno municipal. La cercanía con el territorio le permite ser el actor que más y mejor conoce sus particularidades. Su rol en la distribución espacial de las actividades económicas, comerciales, culturales o sociales es clave.

Además, la presencia e involucramiento del gobierno local en los procesos de articulación intersectorial permite indagar sobre nuevas formas de gestión y cogestión de lo local. El Estado puede brindar herramientas que faciliten los procesos de intercambio entre los demás actores, sean del sector privado u organizaciones no gubernamentales.

El éxito de estos espacios depende, en gran medida, de que sean reconocidos como interlocutores válidos para pensar políticas públicas y estrategias para el desarrollo local. Además, el éxito de los espacios de articulación intersectorial depende del establecimiento de objetivos específicos. En otras palabras, definir el para qué, qué es lo que se busca lograr.

En esta línea, contar con un plan estratégico para el desarrollo local es una herramienta útil. Los otros actores presentes en el territorio podrán involucrarse en algún objetivo específico del plan desarrollado por el gobierno local o impulsar procesos participativos de planificación estratégica sectorial. El Instituto Mixto de Turismo de la Municipalidad de Tandil, por ejemplo, es el resultado de una serie de talleres participativos y comunitarios que definieron la estrategia para el desarrollo de la actividad turística en la localidad y coordina la elaboración e implementación del plan estratégico para el turismo sustentable, a través de un comité consultivo integrado por representantes de las diversas cámaras y asociaciones relacionadas con la actividad turística y asesorado por la Universidad Nacional del Centro.

Por otro lado, consolidar los procesos de articulación intersectorial requiere también seleccionar los instrumentos que facilitarán los intercambios. Por ello, el diálogo es el medio clave. Sin diálogo no hay espacio buscar consenso sobre los objetivos de la articulación –la visión compartida- y los medios necesarios para alcanzarla. Sin el diálogo no es posible crear una visión conjunta sobre el territorio que se comparte. Cuando la visión está ausente, la capacidad de impacto en el desarrollo local es prácticamente nula.

El Sistema Municipal de Gestión del Riesgo de la Municipalidad de Santa Fe es un claro ejemplo de un proceso de articulación intersectorial que tiene como principal sustento el diálogo. Fue creado a partir de una ordenanza y es un espacio participativo para trabajar en la prevención y mitigación de riesgos, en los preparativos para dar una mejor respuesta ante los eventos y en la recuperación posterior a emergencias o desastres. Toda la comunidad participa de cada una de las etapas del proceso que tiene al diálogo y la capacitación para concientización como ejes fundamentales.

Otro caso para destacar es el Programa Buen Trabajo, impulsado por el sector privado y el Panel Comunitario de Ingeniero White en la Municipalidad de Bahía Blanca. Es un programa de capacitación desempleados o subempleados de entre 18 y 35 años que busca mejorar sus condiciones de empleabilidad. El proyecto implicó la articulación entre distintos sectores presentes en el municipio como la Asociación Industrial Química de Bahía Blanca, el Consorcio del Parque Industrial de Bahía Blanca, organizaciones no gubernamentales, instituciones educativas como la Universidad Tecnológica Nacional-Facultad Regional Bahía Blanca y el Instituto Nacional de Educación Tecnológica, y diversas empresas. También participan el gobierno local y el nacional a través del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.  El programa ya ha capacitado a 660 jóvenes.

La construcción exitosa de espacios de articulación intersectorial en el ámbito municipal depende, en gran medida, de la superación de dos desafíos clave: la sustentabilidad y la institucionalización. Que puedan darse su propia institución implica crear reglas para estructurar procesos de toma de decisiones y de implementación de proyectos. Además, consolidar una identidad común en torno a un objetivo claro. Así, la institución formaliza las relaciones entre los participantes y facilita que sean reconocidos por el resto de la sociedad como interlocutores válidos para pensar estrategias para promover el desarrollo local.

Institucionalizar estas iniciativas permite generar herramientas que las hagan sustentables. En la medida en que se consolidan crean nuevas redes de intercambio y espacios para el aprendizaje comunitario.

La articulación es una estrategia clave para promover la gestión pública local colaborativa. Por ello, es clave que los gobiernos municipales se constituyan en agentes de coordinación de un proceso que puede promover el desarrollo local.