Muniboletin
14/06/21
Mercado y Empresas
Calles para la vida, seguras, amigables, ecológicas y saludables

Campaña para sumar compromisos políticos para límite de velocidad de 30 Km. en las ciudades.

 

Naciones Unidas inició una campaña bajo el lema "Calles para la vida" que busca sumar compromisos políticos para lograr el límite de velocidad de 30 km. en áreas urbanas donde coincidan automóviles y peatones, y generar apoyo a nivel local para lograr ciudades seguras, saludables, verdes y habitables. Esta iniciativa busca generar vínculos entre ese límite de velocidad y el logro de una serie de Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos los relacionados con la salud, la educación, las infraestructuras, las ciudades sostenibles, la acción climática y las asociaciones.

 

En este marco, Naciones Unidas establece que los límites de velocidad bajos salvan vidas y son la esencia de cualquier comunidad. La limitación de la velocidad a 30 km/h (20 mph) en zonas donde se mezclan las personas y los automóviles contribuye a que las calles sean saludables, ecológicas y adecuadas para convivir; en otras palabras, calles para la vida. En este contexto, ONU-Habitat elabora el informe “Circular a 30 Km. es beneficioso para todos”, donde menciona que las evidencias obtenidas a nivel mundial demuestran que las calles con límites de velocidad bajos reducen el riesgo de sufrir lesiones graves y salvan vidas.

 

Las calles a 30 km/h (20 mph) protegen a todos los que las transitan, especialmente a los más vulnerables, como los peatones, los ciclistas, los niños, las personas mayores y las personas con discapacidad. Además, las calles con límites de velocidad bajos son la esencia de cualquier comunidad y contribuyen a que las ciudades sean seguras, saludables, ecológicas y adecuadas para convivir.

 

Entre otras iniciativas en torno a las políticas de seguridad vial, en Bogotá, la implantación de zonas limitadas a 30 km/h se incluyó en el paquete de medidas del Plan de Gestión de la Velocidad, y se logró un descenso del 32% en la mortalidad asociada a los siniestros de tránsito.

Asimismo, menciona que los ensayos realizados en situaciones reales han demostrado que en la mayoría de los desplazamientos habituales en ciudad la diferencia de tiempo entre circular a una velocidad máxima de 30 km o de 50 km es mínima.

 

Entre las recomendaciones que aporta en el informe establece que los límites de velocidad bajos en las calles son aplicables y posibles en cualquier país, independientemente de su nivel de desarrollo o del número de vehículos. Se han creado zonas limitadas a 30 km/h con buenos resultados en barrios de África, América del Norte, Asia, Europa, América Latina y Australia. En las calles con límites de velocidad bajos los vehículos suelen desplazarse sin problemas, con menos aceleraciones (relacionadas con las emisiones de escape en los vehículos con motor de combustión interna) y desaceleraciones. Todo ello se traduce en una menor contaminación.

 

Asimismo, las calles más seguras y que cuentan con los límites de velocidad más bajos estimulan a prescindir del vehículo y optar por otros medios de traslado como caminar e usar bicicleta. Además, un menor número de vehículos hará que disminuya la contaminación del aire y las emisiones de CO2 (incluso de los vehículos eléctricos) y supondrá mayores beneficios para la salud derivados del aumento de la actividad física.

 

Las calles a 30 km/h son seguras y saludables

Las calles a 30 km/h (20 mph) protegen a todos los que las transitan, especialmente a los más vulnerables, como los peatones, los ciclistas, los niños, las personas mayores y las personas con discapacidad. Las calles limitadas a 30 km/h (20 mph) donde se mezclan las personas y los automóviles contribuyen a evitar los fallecimientos por siniestros de tránsito y fomentan la actividad física, ya que cuando las calles son seguras la gente opta más por caminar o ir en bicicleta.

 

Las calles a 30 km/h son ecológicas

Las calles a 30 km/h (20 mph) son esenciales en los esfuerzos por conseguir una movilidad con cero emisiones de carbono. Para proteger el medio ambiente se necesitan calles seguras y con límites de velocidad bajos que fomenten opciones de trasporte sostenibles.

 

Las calles limitadas a 30 km/h facilitan la convivencia

Las calles que facilitan la convivencia, gracias a la reducción de la velocidad, son una parte importante de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y permiten el logro de muchos de sus objetivos.

 

Naciones Unidas instituye que la implantación de zonas limitadas a 30 km/h en las ciudades facilita el logro de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, no solo los relativos a la salud y a las ciudades sostenibles, sino también aquellos que afectan a la educación, el trabajo, la infraestructura, la acción climática y las alianzas. Dado que las comunidades desfavorecidas y minoritarias están más expuestas al tránsito de alta velocidad, y a los peligros de la carretera, los riesgos medioambientales y la exclusión social que dicho tránsito provoca, la existencia de zonas limitadas a 30 km/h también contribuye a reducir las desigualdades, otro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al igual que en la Declaración de Estocolmo, la gestión de la velocidad como intervención clave ocupará un lugar destacado en el Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030, actualmente en desarrollo.

 

Fuente: ONU-Habitat