En CEDyAT trabajamos para implementar los tramites digitales dado que se demoran 74% menos que tramites presenciales, cuestan mucho menos. La humanidad pasó de la máquina de vapor a la electricidad para la producción en masa, para luego entrar a una etapa tecnológica y automatizada, o lo que algunos expertos han bautizado como sociedad post-industrial, para aterrizar en lo que vivimos hoy, la era digital. Simplificar los trámites es la clave.
Según un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), El Fin del Trámite Eterno: Ciudadanos, Burocracia y Gobierno Digital , completar un solo tramite lleva en promedio 5,4 horas en la región, pero en algunos países tarda más de 11 horas. Prestar trámites presenciales cuesta al gobierno hasta 40 veces más de lo que podría costar el servicio equivalente en una plataforma digital, pero actualmente sólo tres países, Brasil, México y Uruguay tienen más de la mitad de sus trámites disponibles en línea. En la Unión Europea es posible empezar el 81% de los trámites en línea. En América Latina, la cantidad de trámites digitales es mucho menor lo que contribuye a que solamente el 7% de las personas reporte haber hecho su último trámite en línea.
Se trata, entonces, de una nueva etapa que está provocando cambios muy rápidos en los organismos públicos, las empresas, las fábricas, las PyMes y en la manera en que los negocios enfrentan su área y su mercado, la relación con los ciudadanos, o con sus clientes y la demanda cada vez más exigente de sus servicios y productos.
Así las cosas, preparémonos para lo que viene, es necesario que en Argentina adecuemos nuestros equipos de trabajo y nuestro conocimiento a los nuevos escenarios del siglo XXI: el internet de las cosas, Big Data, la inteligencia de datos, el ‘machine learning’, la nube inteligente, la inteligencia artificial, ‘analytics’, el científico de datos y otros términos que definen en su base lo que se denomina transformación digital.
¿Qué sucede entonces con estas nuevas realidades? Generan un impacto importante a los procesos industriales. Es decir, la velocidad al recoger y entregar información, la flexibilidad para conectarse desde cualquier parte y a cualquier hora, el alcance de las comunicaciones, la productividad al hacer más con menos, el poder de los datos y la digitalización del conocimiento están escribiendo un nuevo capítulo en la economía, hoy economía digital.
De acuerdo con la investigación de PriceWaterHouseCoopers, PwC, los empresarios saben que la transformación digital es inevitable: el 86% de los CEO’s la considera su prioridad número uno y entiende que la tecnología transformará más sus organizaciones que cualquier otra tendencia global en los próximos 5 años.
Algunos análisis coinciden en que para 2021 al menos 40% del PIB de América Latina se digitalizará, con un crecimiento en cada industria, impulsado por ofertas, operaciones y relaciones mejoradas digitalmente.
La semana pasada nuestra ingeniera informática del CEDyAT le dijo a un grupo responsables de la modernización de un Organismo Público: -“Tienen que transformarse, u otros lo harán por ustedes”.
Es el caso de las ExO (Exponential Organizations) que están siendo disruptivas en el nuevo mercado de la economía digital y alcanzan un crecimiento exponencial —un crecimiento que se dispara en un período corto de tiempo— que inicia en 5% y se duplica cada periodo.
Las empresas exponenciales como Spotify, Cabify, Uber y Amazon, entre otras, están definiendo a las organizaciones del mañana. Son expertas en adaptarse y son parte de un nuevo paradigma empresarial. Pueden hacer más, producir más y dominar su mercado con recursos mínimos.
Sin embargo, no cabe duda de que muchas organizaciones no saben cómo transformarse y por dónde comenzar. En el caso de los Ministerios o Secretarías del sector público por lo general cuentan con infraestructuras complejas, soportan múltiples plataformas, tienen diferentes tipos de datos y aplicaciones personalizadas. Muchas tienen empleados distribuidos en diferentes edificios, provincias, mezclas generacionales, culturales y de diverso origen político. Y otras están siendo empujadas por las nuevas generaciones, millennials, más dispuestos a los cambios y con el chip de la transformación en su ADN.
En CEDyAT sabemos como colaborar y trabajar conjuntamente con el sector público tanto en sus Ministerios como en sus Empresas Estatales. Nuestra trayectoria ha capitalizado una suerte de adaptación a la cultura organizacional que permite visualizarnos como una oportunidad para crecer y mejorar. Ya sea en la organización como en la vida personal. Porque de eso se trata. Además contamos con milenials muy proactivos en cada proyecto pues son nativos digitales y buscan espacio para desarrollar sus talentos.
Hoy en día, el 76% de los millennials cree que la innovación es la característica más valiosa de una empresa (Deloitte). Y otro estudio nos indica que para 2020, el 50% de los trabajadores pertenecerá a la generación “Nativo Digital”, conectados 24/7 y trabajando desde donde quieran y como quieran.
Este es el panorama que tenemos en frente. La realidad es que la transformación digital ya no es una promesa, así que los invito a pensar y a operar como una organización digital. Ya no se trata de una solución de software o de comparar una plataforma más. Deben enfocarse en lo clave: cómo involucrar a los ciudadanos, a sus clientes, cómo impulsar a sus empleados, a sus proveedores, cómo optimizar procesos y cómo transformar productos y servicios. Es decir, siempre hay espacio para mejorar, esa es la propuesta de la nueva cultura digital.
Sobre el CEDyAT
El Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT) es un centro de gestión que conecta las necesidades del sector público con las soluciones que el sector científico, tecnológico y productivo le pueden ofrecer, en un marco de plena transparencia.
El CEDyAT es una Unidad de Vinculación Tecnológica, según la Ley 23.877. De esta manera, el Poder Ejecutivo Nacional nos habilita como una figura catalizadora de innovación en múltiples áreas, fomentando la cultura de la calidad en el sector público, el desarrollo tecnológico en el tejido empresarial nacional e internacional y la participación de la sociedad civil.
Es la Primera Unidad de Vinculación Tecnológica Internacional (UVTi) Argentina con sede en la Unión Europea en la ciudad de Milán, Italia.
Creado para ayudar a acelerar el progreso y desarrollo de las organizaciones, el CEDyAT trabaja día a día para mejorar vidas.