Muniboletin
08/05/19
El Cronista
Consenso para un nuevo Estado

Por Fabián Ruocco, director ejecutivo del CEDyAT

 

Una vez más, el tamaño, conguración, costos y ecacia de la administración pública del Estado son motivo de preocupación y debate en las redes sociales, los medios de comunicación, los partidos políticos y los hogares de nuestro país. Elsector público se enfrenta a tiempos inciertos. Paradójicamente, creemos que siempre hay espacio para mejorar. Porlo tanto, esta iniciativa supone centrarla mirada y las estrategias en la visión de futuro para desde allí crear una gobernabilidad innovadora del presente.

Muchos experimentamos decepciones ante un Estado lento, burocrático y desactualizado. Al acelerarla innovación tecnológica en todas las cuestiones cotidianas, también aceleramos elritmo al que el conocimiento y muchas prácticas se tornan obsoletos. Pero no podemos dejar de reconocer que el Estado existe para darrespuesta a problemáticas de alta complejidad ya sean ambientales,sociales, económicas, regionales o internacionales. De allí surge la necesidad de contar con una administración pública acorde a los desafíos que enfrentamos.

La preocupación debiera ser en primerlugar de quienes gobiernan, para discernir e invitar a pensar estratégicamente la búsqueda de consensos que permitan construirla administración pública que trascenderá cualquier mandato. Es también cuestión de los que aspiran a ser gobierno, de los ciudadanos, de las organizaciones empresariales, gremiales y profesionales, confesionales, académicas, y de los medios de comunicación.

Existe un único hecho crucial a tener en cuenta, a nivel mundial el conocimiento se ha convertido en uno de los componentes de crecimiento más rápido del entorno económico y social. Cuanto más conocimiento usamos, más del mismo creamos. Así el conocimiento es un recurso inagotable que,sin embargo,sigue estando equivocadamente infravalorado.

Hoy transitamos la era de las aceleraciones digitales. El auge de la inteligencia articial, la oleada de descubrimientos cientícos y la llegada de la nanotecnología nos permiten sertestigos de fenómenos más allá de nuestros horizontes presentes. Sin embargo, hacer que la necesaria tecnología sea una realidad es lo fácil. Más difícil y complicado es superarla lista de obstáculos no tecnológicos. El mundo se está recongurando radicalmente, está empezando a funcionar de manera diferente en muchas áreas a la vez. El Estado no escapa a esa particularidad.

Todos los días, una parte de la fuerza de trabajo que se jubila o muere tiene que serreemplazada. A medida que una generación sale, otra ingresa en las las del Estado. Superar el potente circuito de retroalimentación que lo mantiene es lo complicado. La creencia predominante es que el futuro repetirá el pasado. Esto supone que muchas veces pensemos erróneamente que lo que funcionó mejor en el pasado seguirá siendo lo que mejorfuncione en el futuro. Esto ralentiza cualquier procedimiento de mejora, porlo cual deberíamos preguntamos: ¿qué es lo que no funciona bien? Un interrogante que exige salir de los lugares comunes que la mediocridad nos ofrece como respuesta reactiva. Si esto se hace bien,se fomentará la colaboración y participación intergeneracional, mientras se nutre a la próxima generación de profesionales en ascenso para que sean agentes de transformación en sus lugares de trabajo.

Al Estado lo conforman personas de carne y hueso. Que tienen la enorme responsabilidad de gestionarrecursos, bienes e información de todos; de regular, controlar, atender y responder a las demandas sociales; de evitarla cooptación por poderes fácticos,sectoriales y particulares asegurando el bien común; de impedir el derroche, el uso inecaz y la corrupción, de atenderlos asuntos públicos, con imparcialidad y apego a la legalidad y velando por los derechos ciudadanos.

Lo que plantea la necesidad de funcionarios públicos altamente preparados, competentes, imparciales, íntegros y comprometidos con los valores democráticos. Existe una disparidad entre la velocidad de innovación y nuestra capacidad para desarrollar nuevos sistemas de aprendizaje,sistemas de capacitación,sistemas de gestión,redes de protección social y regulaciones que permitan a la ciudadanía aprovechar al máximo estas aceleraciones y amortiguarsus peores efectos. Las nuevas tecnologías tampoco ofrecen en este caso, porsí mismas, elremedio contra la ignorancia.

Por eso,se han de movilizarfuerzas políticas, económicas y sociales para educar a la generación que sube. La capacidad de análisis, inferencia, interpretación, explicación y evaluación,sustentadas porla autorregulación, la colaboración recíproca y la actitud investigativa, vigilante, honesta y exible se convierte en lo que distingue al profesional que estará capacitado para enfrentarlos desafíos de la sociedad moderna.

En este contexto,surgió la iniciativa de un grupo muy numeroso y plural de académicos, profesores, expertos, investigadores y consultores en materia de Administración y Gestión Pública que venimos impulsando un conjunto de compromisos concretos orientados a la mejora sustancial de las políticas y de las realidades que hacen al funcionamiento de lo público en todos los poderes del Estado y en todos los niveles de Gobierno.

Lo hacemos ante los desafíos que nos plantea elsiglo XXI, entendiendo que un aporte útil en los tiempos presentes es ofrecer propuestas concretas que puedan ser compartidas lo más ampliamente posible, para mitigar elriesgo y generar crecimiento. De manera esencial, puede fortalecerlos fundamentos acordados en la Constitución Nacional.

De tal evidencia deviene impostergable fomentar diálogos y acuerdos entre todos los actores en torno al imperativo de consolidar una política de Estado para elservicio civil. A tal n, hemos elaborado una propuesta de Consenso por una función pública profesional para la Argentina delsiglo XXI, que propone:

 

1. Cumplir con la Constitución Nacional en elrégimen de funcionarios públicos, garantizando el derecho de todos a ingresar alservicio civil en condiciones de igualdad mediante concursos abiertos y transparentes, terminando con los ingresos por adhesión política, amiguismo, nepotismo o corporativismo.

2. Construir un Servicio Civil Profesional de Carrera, estableciendo carreras administrativas basadas en la acreditación de la idoneidad y el buen desempeño.

3. Planicar estratégicamente y con sustentabilidad nanciera los planteles de personal, programando dotaciones de personal con visión estratégica y responsabilidad scal, asegurando la continuidad de los servicios en las áreas críticas de la Administración.

4. Institucionalizar un régimen de funcionariado civilsuperior de funcionarios directivos de carrera.

5. Cumplir principios de empleo digno y decente, terminando con todo tipo de discriminación negativa, en especial en materia de género, y precarización o subcontratación laboral, abierta o encubierta.

6. Invertir en capacitación y actualización tecnológica, con una formación continua, actualizada e innovadora en la dimensión técnica, profesional y ética.

7. Jerarquizar y fortalecerlos órganos a cargo de la gestión de las políticas de la función pública, con una gestión profesional para el desempeño laboral del funcionariado.

El mismo ya ha sido suscrito por más de trescientos expertos de 32 Universidades Nacionales, 17 Universidades Privadas, 50 Asociaciones Civiles y Profesionales, Centros de Gestión, Fundaciones, ONG´s, Unidades de Vinculación Tecnológica y Sindicatos del Sector Público junto con 18 Instituciones delsector público nacional y provincial de los tres Poderes.

La Administración Pública y sus recursos están alservicio de toda la ciudadanía, abierta a ella y en especial, de los más postergados. El ujo de nuevas ideas evitará el estancamiento de una mentalidad anclada en el pasado. Consecuentemente, invitamos al diálogo franco, abierto y pluralsobre estos aspectos a los diferentes sectores para arribar a acuerdos que persistan en el tiempo acorde a los nuevos escenarios.