Muniboletin
01/03/14
Ciudad e Innovación
¿Smart City? ¡Ayuntamiento transversal!

El desarrollo de la Smart City nos presenta una nueva situación en la que los proyectos deben ser transversales para ser capaces de aprovechar su potencial. Proyectos, muchos de los cuales recaerían, en un Ayuntamiento tradicional, en el área municipal de territorio (urbanismo, vía pública,...) para su ejecución pero que, por su nueva naturaleza, no pueden ni idearse ni decidirse ni ejecutarse únicamente desde ese área sino que deben implicar a profesionales de otros ámbitos municipales: desarrollo económico, medio ambiente, tecnología, educación, participación, seguridad, salud,..... Vamos a ver por qué.



En efecto, estos proyectos: 

 

  1. Tienen un importante potencial de dinamización económica. Son proyectos que implican tecnología y, a menudo, importantes inversiones. Eso hace que, a través de ellos, la ciudad tenga la capacidad de incentivar la economía local mediante diversas vías:

 

· Pueden permitir formar a personas en nuevas tecnologías. Personas que, una vez formadas, puedenser empleadas en los proyectos que contrate la ciudad

· Quizá incluso sea posible que esas personas, formadas y que ya han adquirido experiencia, puedan organizarsecreando una empresa o una cooperativa para repetir el mismo tipo de proyectos en otras ciudades.

· Pueden permitir probar soluciones desarrolladas ya sea por empresas, universidades, centros de I+D, spin-offs o microempresas locales. Es decir, tenemos la posibilidad de brindar un campo de experiencia a iniciativas locales que pueden permitirles perfeccionar sus soluciones. 

· Pueden permitir que una empresa local dé un salto en sus aspiraciones si les brindamos la oportunidad de un contrato con la ciudad. Es decir, les brindamos una experiencia y una referencia comercial que les facilite la entrada a un mercado que hasta ahora no habían podido abordar.

· Para todo ello cabe recordar que las normas de la UE, si bien no permiten favorecer a empresas locales, sí permiten favorecer en los contratos a empresas innovadoras.

 

  1. Por otra parte, estos proyectos deben hacerse llegar adecuadamente al conjunto de la comunidad local para que sean bien valorados. Para ello, parece que una buena vía es la de implicar de alguna manera a sectores de la ciudad. ¿Cómo? La respuesta debe venir de pensar en colectivos concretos y de ver cómo puede mejorar para ellos su experiencia de la ciudad a través de los proyectos que contratemos. Un buen ejemplo es el de llevar la fibra óptica a los colegios para innovar en educación como hace Viladecans con su “Xarxa d’Innovació Educativa” (Red de Innovación Educativa) en la que participan maestros, alumnos y padres. Probablemente, será necesario pensar, con cada proyecto,qué beneficios adicionales vamos a proponer a colectivos ciudadanos Por ejemplo, si ofrecemos formación en energías alternativas a un grupo de desempleados para prepararlos a trabajar a continuación en un proyecto municipal, será otro caso de éxito en la línea de lo que pretendemos. Quizá no parece fácil encontrar ideas en esta línea de combinar proyectos smart con ciudadanía pero eso es así, en buena parte, porque no nos hemos planteado este enfoque hasta ahora. Pero sin duda es ahí donde debemos incidir.

Repasando las ideas que acabo de exponer vemos que necesitamos que los proyectos nos aporten valor económico (empleo, formación, contratos a empresas locales, apoyo a soluciones tecnológicas locales,....) y que sean capaces de penetrar en las mentes de los ciudadanos aportando un valor adicional a la ciudad e incrementando su orgullo de pertenencia. Parece obvio que para alcanzar estos objetivos, se necesitan conocimientos, capacidades y experiencias que van más allá de las habituales en cualquiera de las Áreas de un Ayuntamiento.

He ahí la propuesta de que los proyectos de smart city sean liderados por el área estratégica del municipio y ya no, por una única área sectorial. En el equipo responsable de la smart city habrá que contar con personas de distintas áreas como territorio, vía pública, desarrollo económico, empleo, educación, sanidad, cultura u otras. El objetivo de ese equipo será múltiple:

 

  1. Resolver satisfactoriamente la necesidad de la ciudad (energía, movilidad, residuos,...)
  2. Ver de qué manera, la inversión municipal en cada proyecto va a poder impulsar la economía y/o el empleo local
  3. Implicar activamente en el proyecto a la ciudadanía para que sea percibido positivamente por ella
  4. Y, por supuesto, asegurar la mejor eficiencia en el uso del dinero público.

 

Nota al pie: mis reflexiones están hechas, como siempre, pensando en el desarrollo económico del municipio. Pero, en este caso, el resultado coincide con el enfoque básico de la smart city como ciudad que se gestiona de forma integral. Como dice Fernando Rayón, de Aqualogy, se trata de pasar de gestionar “silos” -los diversos servicios municipales- a gestionar la ciudad. Y eso también genera la exigencia de transversalidad en la organización municipal.