Orlando Costa en los medios
18/09/14 - Prensa Orlando Costa
El desafĂ­o de lo local

Por Orlando Costa

 

Los problemas económicos (recesión, inflación, etc), la inseguridad, la pobreza, la caída del empleo, entre otras cuestiones de nuestra realidad, son motivo de debate y expectativas rumbo a un año electoral.

Se discute la veracidad de los datos, pero sin dudas todo se nota claramente en los lugares donde reside la gente: las ciudades, los municipios.

De un reciente informe de Naciones Unidas surge que en Argentina el 92% de la población vive en ciudades. Y en gran proporción concentrada en las más grandes, resultando así uno de los países más urbanos del mundo.

Según el último censo hay 2260 municipios, de los cuales 1100 tienen poca cantidad de habitantes.

Lo mismo ocurre en la provincia de Buenos Aires. El 63,5%, casi 10 millones de personas, vive en 24 municipios del conurbano y el 36,5% restante en 111 municipios distribuidos en el extenso territorio (del tamaño de Italia) de 305.000 km2.

¿Habrá políticas para una nueva organización territorial e institucional, que ayuden a modificar asimetrías demográficas, socio económicas, de infraestructuras y calidad de servicios?

¿Se respetará el federalismo, se modificará el centralismo y la discrecionalidad en la distribución de los recursos estatales para corregir y evitar los desequilibrios?

¿Será el urbanismo del futuro un instrumento para la construcción de ciudadanía, para la inclusión y la igualdad, para una mejor relación entre la sociedad y la naturaleza, para el bienestar?

Hay situaciones macro en las que los gobernantes locales tienen poca capacidad de influencia, pero cuyas consecuencias sufren. En cualquier circunstancia, son quienes tienen las responsabilidades más directas frente a las demandas ciudadanas y la necesidad de optimizar recursos para mejorar sus condiciones de vida.

Siendo en los territorios donde las personas viven, se relacionan y organizan; donde las empresas y productores  invierten y generan actividad económica; donde el Estado tiene su cara más cercana; grandes retos se presentan en este horizonte de la acción política.

La experiencia demuestra que el crecimiento del PBI por sí solo no significa que la gente viva mejor o esté feliz. Que “la gestión” (término tan difundido últimamente) no debe significar solo esperar la obra o los recursos prometidos. Que lo que “venga desde arriba” es importante, pero también hay que generar condiciones locales para el desarrollo.

Un buen aprovechamiento de todos los recursos endógenos (físicos, ambientales, económicos, humanos, tecnológicos, sociales), una visión de mediano o largo plazo y cierto  equilibrio entre los aspectos económicos, sociales y ambientales, contribuyen a una vida digna de las personas.

Tenemos déficit en este sentido. Potenciar capacidades, profesionalizar equipos de gobierno, fortalecer instituciones, lograr cohesión social, acordar acciones conjuntas, con las características y cultura de cada lugar, desafían a gobiernos y sociedad civil por un desarrollo más sustentable.