El senador Orlando Costa visitó las localidades de General Villegas, Lincoln, Ameghino, Carlos Tejedor, Trenque Lauquen y Carlos Casares, se refirió a la crisis financiera de la Provincia de Buenos Aires y a su relación con el Gobierno nacional.

El legislador radical expresó que “la solución a la emergencia, que impedía pagar en tiempo y forma el medio aguinaldo a 550 mil empleados bonaerenses, con aportes de la Nación y una serie de medidas tomadas por el gobernador Scioli resuelve la coyuntura pero no el problema de fondo”.

Asimismo, Costa señaló que “lo que está en crisis es el federalismo, ya que el Gobierno nacional concentra el 74% de los recursos y distribuye solo el 26% a las provincias. Y agregó: “Ante esta situación, no alcanza el plan de desendeudamiento implementado para ellas, ni los aumentos impositivos que están ejecutando y seguirá el desequilibrio financiero en varias. En este marco Buenos Aires es de las más afectadas, porque a su déficit crónico y las dificultades para obtener financiamiento se sumó la pelea política que provocó el estallido cuando el Gobierno nacional se negó a asistirla como había hecho en años anteriores”.

Consultado por cómo seguirá el proceso manifestó: “Esta salida coyuntural, con un préstamo de corto plazo y caro utilizando fondos previsionales más la garantía de un bono para pagar a proveedores, es un salvavidas de plomo para Scioli. Buenos Aires es la provincia con más problemas y la que menos recursos por habitante recibe. Sumando las transferencias de coparticipación más los fondos por retenciones a la soja, ocupa el anteúltimo lugar en la tabla de las 23 jurisdicciones”.

Finalmente, el legislador de Bragado planteó que “hay varias formas de resolver la cuestión pero la mayor responsabilidad está en el oficialismo. Deberían cambiar de actitud, dejar de echar culpas a otros y reconocer errores, terminar con las agresiones y ponerse a trabajar  en serio para ello. También se requiere mejor administración, porque después de 9 años de crecimiento económico está a la vista la baja calidad del gasto público, los malos servicios, los problemas sociales, la falta de infraestructura y cabe preguntarse en qué gastan, cómo lo hacen, qué prioridades se fijan, en definitiva cuál es el destino que se da a los impuestos que pagan los ciudadanos”.